Hace unos meses se difundió la noticia de que se habían producido en Barcelona un número significativo de robos empleando la técnica del "resbalón". Las fuerzas de seguridad advirtieron de la sustracción de un gran número de objetos de valor y pequeños electrodomésticos en viviendas de la ciudad condal, para lo que los asaltantes habían usado esta conocida técnica. La banda criminal, que operó durante unas semanas casi sin descanso, se desplazó por diferentes barrios de la ciudad realizando sus tropelías, empleando de un modo muy preparado y profesional el mismo modus operandi. El grupo, compuesto por un número no determinado de individuos aunque estos grupos suelen actuar en equipos de un máximo de cuatro personas, elegía viviendas de los barrios del extrarradio barcelonés para perpetrar sus robos. Siempre actuaban de 9 de la mañana a 1 del mediodía, por ser las horas en que los habitantes se hallaban en el trabajo, la escuela o en el mercado comprando. Identificándose como comerciales de conocidas empresas realizando una labor informativa, llamaban a los timbres de las viviendas dónde pretendían entrar, para ver si estaban ocupadas. Si al llamar al timbre repetidas veces nadie contestaba, sabían que la casa estaba vacía y empleaban la técnica del resbalón. Se introducían en la vivienda rápidamente y iban directamente a los sitios dónde sabían que hallarían objetos de valor: cajones de dormitorios y despachos, y mesas y repisas. Cargaban en mochilas todo aquello que pudieran sustraer sin alertar a los vecinos: tablets, teléfonos, dinero, joyas, objetos de valor... y huían del sitio habiendo pasado menos de cinco minutos en el interior de la vivienda. Al usar una técnica silenciosa nadie se percataba de su actuación. A la vuelta de los habitantes al hogar, se encontraban la desagradable sorpresa de haber sido robados, y todo por no cerrar la puerta con llave.
La técnica del resbalón se puede combatir muy fácilmente. Esta sencilla técnica consiste en la introducción de una pieza de plástico duro y flexible, como puede ser una radiografía, en la rendija entre el marco de la puerta y la cerradura. Si el cerrojo de la cerradura no está girado con llave, lo único que impide la apertura de la puerta es un resorte movido por un muelle, que se puede desplazar hacia el interior apretando con la radiografía. Así, la puerta se abre sin hacer ningún ruido, siendo una técnica velocísima e indetectable por los vecinos. Además de ser silenciosa y rápida, esta técnica no deja ninguna marca en la puerta, y nadie se percatará de que alguien ha entrado en la vivienda. A la vez, se han dado casos de compañías de seguros que no se han responsabilizado del robo y no han indemnizado a sus tomadores, al no haber pruebas de haberse producido el robo y por considerar que no se trata de un robo con fuerza al no haber ningun signo de violencia en la cerradura.
Por lo tanto nos encontramos ante una técnica muy efectiva para los cacos que, sin embargo, tiene muy fácil solución. Basta con echar la llave siempre que salgamos de casa. Así, queda inoperable este método, que solo sirve para puertas cerradas de golpe. Los marcos antipalanca que se instalan en algunas puertas pueden entorpecer el ejercicio del resbalón, pero no son totalmente efectivos, pues alguien diestro como nosotros, los cerrajeros profesionales, o los cacos experimentados, podemos abrir igualmente. La única solución 100% efectiva para evitar ser robado por esta vieja y sencilla técnica es dar siempre la vuelta a la llave al salir de casa, aunque solo bajemos a comprar el pan o a saludar al vecino del piso de arriba, pues nunca se sabe cuando llegarán los asaltantes que pueden desvalijarnos en segundos.