Uno de las sistemas más tradicionales de cerradura para puertas es el bombín, también conocido como cilindro o bombillo. Se trata de un mecanismo sencillo que permite la apertura de la puerta que protege con una llave de dientes o de puntos, que debe tener la forma adecuada para permitir el giro del cerrojo. Su funcionamiento es muy simple. En el interior del cilindro hay dos esferas metálicas concéntricas, bloqueadas por una serie de resortes en linea que son empujados por pequeños muelles. En su estado natural, los muelles mantienen los resortes salientes, de tal manera que bloquean el giro de la esfera interior. Al introducir la llave, sus dientes o puntos desplazan los resortes empujando los muelles. Si los dientes o puntos son demasiado largos, no se podrá introducir la llave ya que los muelles lo impedirán. Si son demasiado cortos, no desplazarán lo suficiente los resortes con lo que el giro del cerrojo continuará bloqueado. Sólo la combinación adecuada empuja los resortes hasta el punto correcto, desbloqueando el giro y permitiendo abrir el cerrojo.
La sencillez de éste sistema mécanico hace que sea fácilmente trucado, tanto por los cerrajeros profesionales como nosotros, que sabemos como tratar con bombines cuando recibimos una llamada de un vecino que necesita una apertura de su puerta, como por los ladrones profesionales, diestros en las artimañas para entrar en viviendas con aviesas intenciones. Hay diferentes métodos que permiten la apertura de un bombín de baja seguridad sin llave. Entre otras, destaca la técnica del bumping, que permite la apertura con una llave trucada y el accionamiento de los resortes golpeando la cerradura. Es habitual también la técnica del taladro, con la cual mediante una broca para metal se puede taladrar el bombín para destrozar los resortes y permitir así el giro del cerrojo.
Tanto para prevenir posibles intentos de robo por la técnica del bumping como la del taladro, es conveniente ponerse en manos de un profesional de la cerrajería, para que revise el estado de seguridad de su cilindro y le aconseje personalizadamente acerca de las medidas a tomar. Para evitar el sistema de robo por taladro, lo más adecuado es colocar un escudo de seguridad sobre el bombín. El escudo de seguridad, hecho con una aleación metálica resistente a la perforación con taladro, protegerá los mecanismos de su cilindro imposibilitando su rotura. Respecto a la técnica del bumping, es necesario revisar qué tipo de bombín tiene instalado en su finca y sustituirlo por uno de mejor seguridad y calidad si fuera necesario. Hoy en día, la inmensa mayoría de los bombines que se venden respetan las normativas de la Unión Europea respecto a seguridad de cerraduras. Son excepciones los productos vendidos al margen de la ley que no han pasado controles de calidad de la UE (revise siempre los sellos del producto que va a comprar para evitar sorpresas). No obstante, pese a cumplir los estándares de calidad, hay bombines que ofrecen mayor seguridad que otros por sus calidades, acabados y características.
Lo mejor que puede hacer es ponerse en manos de un técnico profesional de las cerraduras, para que le aconseje sobre qué bombín adquirir. Nosotros proporcionamos bombines y los instalamos también, así como escudos de seguridad, aconsejando personalmente según su caso y sus necesidades. Si su bombín es viejo, es necesario que lo revise un profesional, pues durante los años 80 se comercializaron un gran número de bombillos de baja calidad, que los cacos conocen, y concretamente de una marca española, que son fácilmente manipulables por los criminales experimentados. Aumente su tranquilidad contactando con cerrajeros en Barcelona y cambiando o instalando un bombín de seguridad.